Abstract:
Existe una creciente preocupación por el impacto a escala global que está ocasionando el ser humano sobre varios procesos ecológicos (Fournier y Di Stéfano 2004). Se dice que las actividades humanas afectan las condiciones ambientales en todo el mundo. Producen cambios en las poblaciones, rangos de distribución, composición, estructura y funcionamiento de los ecosistemas debidos a las variaciones en el clima (World Meteorological Organization (WMO) and United Nations Environment Programme (UNEP) 1995; McCarty 2001).
El cambio climático se define como una alteración del clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que modifica la composición de la atmósfera mundial y se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables (Organización de las Naciones Unidas (ONU) 1992). Anderson et al. (2012), mencionaron que el cambio climático antropogénico ha alterado el calendario de las principales transiciones del ciclo vital, como el inicio de la reproducción; tanto así que, la plasticidad fenotípica y evolución adaptativa puede subyacer rápidos cambios fenológicos en respuesta a las modificaciones del ambiente.
El fenómeno El Niño Oscilación del Sur (ENOS), se considera como el evento que afecta el ciclo natural de regeneración de las plantas. Borchert et al. (2002), compararon los patrones fenológicos durante la estación seca regular en bosques semi-caducifolios de Guanacaste, con las modificaciones fenológicas causadas por fenómeno del Niño de 1997. Estos autores encontraron que la sequía anormal entre junio y agosto de 1997, incluyendo el veranillo, modificó los patrones de la fenología vegetativa en muchas especies. Wright & Calderón (2006), en un estudio realizado en Isla Barro Colorado, afirmaron que eventos de este tipo pueden ser perjudiciales para la reproducción de las plantas, debido a que este influyó en los niveles cuantitativos de producción de flores y semillas. Además, señalaron que durante este fenómeno, se produce una serie de anomalías climáticas que podrían contribuir a cambios de dirección en la dinámica y estructura de los bosques tropicales.
La fenología es el estudio de fases del ciclo de vida de las plantas, la brotación de hojas, floración, fructificación y la senescencia, con respecto a la duración de estos eventos a lo largo del año (Larcher 1983). Birchler et al. (1998), se refieren a este concepto, como una adaptación que hace posible la supervivencia y crecimiento de las plantas bajo las condiciones ambientales y ecológicas existentes. Adler & Lambert (2008), mencionaron que estudios realizados por Janzen (1967); Daubenmire (1972); Frankie et al. (1974), Foster (1982) y Croat (1978), encontraron que en los bosques tropicales que experimentan un clima estacional, muchas de las plantas muestran distintos patrones estacionales en sus actividades vegetativas y reproductivas.
Fournier y Salas (1966), señalaron que las variaciones climáticas pueden producir cambios en las características fenológicas de una especie, siendo estas últimas un indicador de respuesta de estos organismos a las condiciones del clima. Vilchez et al. (2004), manifestaron que en trabajos sobre fenología tropical, autores como Frankie et al. (1974); Opler et al. (1980) y Foster (1990), hallaron variaciones en la producción de flores y frutos en diferentes años, esta depende de la intensidad y la duración de la estación seca, de las formas de vida y de la posición fitosociológica de las especies en el dosel. Además, observaron diferencias en los picos de producción entre y dentro especies.
Los monitoreos fenológicos tienen como principal propósito, estudiar la frecuencia de los eventos biológicos periódicos en relación con otros factores bióticos y abióticos/ambientales que los condicionan; además, permiten desarrollar bancos de datos que sirven para futuras comparaciones y estudios; reunir información sobre el inicio, la culminación, la conclusión y la duración de cada etapa y correlacionarla con factores y elementos ambientales (Heuveldop et al. 1986). Debido a esto, se planteó el objetivo de este trabajo, el cual fue elaborar un Protocolo para el establecimiento de un monitoreo fenológico para especies forestales nativas del Bosque Seco Tropical, para evaluar el comportamiento de los patrones fenológicos, de manera que permita estudiar la interacción entre las plantas y los cambios estacionales que ocurren en su entorno.