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La tortuga lora (Lepidochelys olivacea) es una de las dos especies de tortugas
marinas, junto con L. kempii, que realizan anidaciones masivas sincronizadas
(Hughes y Richard 1974). Las arribadas de la tortuga lora ocurren en pocas
playas en el mundo: Nancite y Ostional, en Costa Rica; La Escobilla, en
México; Gahirmatha, Devi River, Rushikula, en India; Isla Cañas y Marinera, en
Panamá y Chacocente y La Flor, en Nicaragua (Bernardo y Plotkin 2007). Las
arribadas en Costa Rica, México, Nicaragua y Panamá se presentan
principalmente entre los meses de junio a diciembre, mientras que el
anidamiento solitario ocurre durante todo el año (Bernardo y Plotkin 2007).
En Playa Nancite ocurren usualmente de cuatro a seis arribadas por año y
cada una dura aproximadamente entre tres y cuatro noches (Cornelius y
Robinson 1985). Las arribadas son consideradas un mecanismo evolutivo de
estas tortugas para preservar la especie, debido a que la sincronización
reproductiva provoca el saciamiento rápido de los depredadores, lo que sugiere
que los nidos de arribada tienen una menor probabilidad de ser depredada que
los depositados por una hembra solitaria (Eckrich y Owens 1995). Sin
embargo, el mecanismo que propicia el fenómeno de la arribada aun no se
conoce, pero se sugiere que procesos fisiológicos y conductuales como la
retención de huevos, retraso en la fertilización (Owens 1980) y la producción de
feromonas (Mendonça y Pritchard 1986) pueden incidir en este
comportamiento.
Las hembras de tortuga lora anidan durante todo el año en playa Nancite, pero
las arribadas ocurren principalmente entre los meses de agosto a diciembre,
colocando en promedio 105 huevos. La construcción del nido tarda
aproximadamente 11 minutos y tiene una profundidad de 35 - 45 cm (Cornelius
y Robinson 1985). El periodo de incubación de los huevos varía entre los 44 -
60 días dependiendo de la temperatura de incubación y la precipitación
(Hughes y Richard 1974, Wibbels et al. 1998). Playa Nancite fue descubierta
como sitio de arribada en 1970, durante un sobrevuelo sobre la costa Pacífica
de Costa Rica (Richard y Hughes, 1972).
En Playa Nancite, las arribadas de la tortuga lora han presentado una drástica
disminución en el tamaño y la frecuencia durante las últimas dos décadas
(Valverde et al. 1998, Fonseca et al. 2009). A inicios de la década de los 70’s
Hughes y Richard (1974) reportaron arribadas de entre 70 000 a 150 000
hembras por arribada durante los meses de setiembre a noviembre. Cornelius y
Robinson (1985) utilizando el método de cuadrantes (Cornelius y Robinson
1982) estimaron arribadas superiores a las 100 000 tortugas en 1980 y 1981.
No obstante, en los años posteriores las arribadas en playa Nancite no
superaron las 75 000 hembras, y se presentó una disminución significativa en
el tamaño y la frecuencia de las arribadas (Valverde et al. 1998).
Este declive se pudo deber a actividades humanas como la pesca incidental
(Cornelius y Robinson 1985, National Researh Council 1990, Orrego 2002),
pesca artesanal, cacería para subsistencia, la extracción de huevos y la
destrucción de hábitats de alimentación, anidación y descanso (Chacón 2001).
Además, las poblaciones de tortugas se ven amenazadas por factores
naturales como la depredación de huevos y neonatos por crustáceos (cangrejo
fantasma), peces, reptiles (cocodrilos, garrobos, serpientes), aves (fragatas,
zopilotes, pelícanos, zanates, caracaras) y mamíferos (coyotes, mapaches,
pizotes) (Hughes y Richard 1974, Francia 2004). Asimismo, los adultos son
depredados por tiburones, reptiles (cocodrilos) y felinos (puma y jaguar)
(Cornelius y Robinson 1985).
Sin embargo, se sugiere que la principal causa de la disminución en Playa
Nancite ha sido la baja tasa de reclutamiento de la población, causado por el
reducido porcentaje de eclosión de la playa. A través de los años de estudio en
la playa se documentaron porcentajes de eclosión que no superaron el 10 %
(Cornelius y Robinson 1985, Francia 2004, Honarvar et al. 2008), posiblemente
como consecuencia de la gran cantidad de materia orgánica acumulada en la
arena (Cornelius et al. 1991, Clusella y Paladino 2007), proveniente de los
huevos no eclosionados y los nidos destruidos por las mismas tortugas. Esto
podría limitar el desarrollo y crecimiento de los embriones y producir un medio
ideal para la proliferación bacterias y hongos, que al descomponer la materia
orgánica consumen el oxígeno de la arena produciendo un medio poco en
oxígeno (Mo et al. 1990). Sin embargo, esta hipótesis no ha sido comprobada.
Clusella y Paladino (2007) sugieren que el bajo éxito de eclosión de Nancite no se debe a un factor intrínseco de los huevos (como infertilidad), sino a
condiciones específicas de la arena que afectan el intercambio gaseoso. Ellos
compararon nidos in situ y nidos colocados en arena limpia, y obtuvieron un
éxito de eclosión del 21.6% para nidos in situ y un 83.1% para nidos colocados
en arena limpia.
No obstante, , la reducción en el tamaño de las arribadas en Playa Nancite,
puede que no sea tan malo para la población, debido Fonseca et al. (2009)
encontraron un incremento importante en la producción de neonatos durante
las arribadas ocurridas en el 2007, en comparación a lo registrado en 1984,
periodo donde aún se presentaban las grandes arribadas. Estos autores
sugieren que la población se encuentra disminuida, pero estable, y que en unos
podría darse una recuperación de la población si continua la producción de
neonatos con los niveles encontrados en el 2007.
Ante este alentador panorama, es importante continuar con estudios
relacionados con el número de hembras anidantes y la producción de
neonatos, de manera que se cuente con una base de datos que permita tomar
las mejores decisiones de manejo y conservación. Con esta información se
podrían generar medidas preventivas aplicables en las otras playas de arribada
con poblaciones estables o en crecimiento, para evitar fuertes caídas como ha
sucedido en Playa Nancite. Debido a lo anterior, en el siguiente trabajo se
documentó el tamaño de las arribadas por medio del método de transectos, así
como el número de tortugas solitarias por noche. Asimismo se determinó el
porcentaje de eclosión y de emergencia de los nidos solitarios y de arribada,
con el fin de estimar la producción de neonatos durante el periodo comprendido
del 11 de agosto al 28 de febrero de 2010. |
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