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Los bosques, el agua, los océanos y la biodiversidad son ejemplos de recursos de uso
común. Los recursos de uso común no son bienes privados ni bienes públicos, son una categoría
intermedia que presenta características de ambos. De forma similar a los bienes públicos, es muy
costoso limitar el acceso de aquellos interesados en beneficiarse del uso del recurso. Igualmente
que los bienes privados, una vez extraído el recurso estos bienes pasan inmediatamente a ser
propiedad de aquel que los extrajo. Debido a estas características los recursos de uso común
(bosques, agua, océanos, biodiversidad, etc.) tienden a ser fácilmente sobreexplotados. Por un
lado, los diferentes usuarios enfrentan fuertes incentivos para extraer el recurso y beneficiarse de
él antes de que otros hagan lo mismo. Pero por el otro lado, los usuarios no tienen los incentivos
para invertir en reabastecer de nuevo el recurso (reforestar, mantener el agua limpia, cuidar la
biodiversidad, etc), ya que controlar el acceso de posibles usuarios al recurso que no han
contribuido a su reabastecimiento, es muy costoso (por ejemplo, controlar el acceso a áreas
protegidas). |
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