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La Biodiversidad es importante para el ser humano, ya que de ella se obtienen una gran variedad de
bienes y servicios indispensables para la sobrevivencia del ser humano. El cambio climático está
considerado como una de las principales amenazas globales para la biodiversidad en todos sus
niveles. Si bien el cambio climático no es algo nuevo, la actividad humana ha alterado la estructura de
muchos de los ecosistemas del mundo, disminuyendo su resiliencia frente a los cambios.
El análisis de las interacciones entre Biodiversidad y Cambio Climático resulta particularmente
relevante en Costa Rica, donde se registran cerca de 91.000 especies, el 18% del medio millón de
especies que se estiman están presentes en el país y aproximadamente un 4,5% de las especies
conocidas en el mundo.
La información sobre la diversidad genética de las especies costarricenses es escasa. El
conocimiento relacionado con especies domesticadas es mayor, destacándose aquellas plantas
utilizadas en la producción alimenticia y maderable.
A nivel de ecosistemas terrestres existen al menos seis sistemas de clasificación que definen
números variables de ecosistemas para el país. La información sobre los ecosistemas de aguas
continentales en Costa Rica, tanto lóticos como lénticos, es limitada y se ha desarrollado
recientemente. Se han identificado tres provincias ícticas, cuatro ecorregiones de aguas continentales
y 13 Unidades Ecológicas de Drenaje.
En el caso de ecosistemas marinos se han identificado 69 estuarios, gran cantidad de playas
arenosas, rocosas y fangosas, tres localidades con pastos marinos en el Caribe y dos en el Pacífico,
127 manglares, estando la mayoría (96%) en la costa pacífica y un área arrecifal de 970 Km2
identificándose 10 arrecifes coralinos en la costa caribe y 42 en la costa pacífica.
Costa Rica cuenta con 166 áreas silvestres protegidas en sus diferentes categorías las cuales cubren
un 25,97% del territorio terrestre y un 0,9% de su extensión marina. Sin embargo, este esfuerzo
conservacionista está muy lejos de proteger adecuadamente los diferentes ecosistemas identificados
en el país, y más aún de proteger los procesos evolutivos y ecológicos necesarios para una buena
salud de los ecosistemas.
La evaluación de los ecosistemas dulceacuícolas del país señala que humedales como las lagunas,
canales naturales, esteros y manglares están siendo transformados a un ritmo alarmante y solo la
mitad se encuentran protegidos.
Para los ecosistemas marinos se reconoce la falta de protección, ya que el porcentaje de mar
patrimonial que se protege en la actualidad está por debajo de los estándares recomendados y no
cubren las áreas identificadas como importantes para la biodiversidad.
En lo que a especies se refiere, se tiene un total de 1.824 especies amenazadas a escala nacional, ya
sea con poblaciones reducidas o en vías o peligro de extinción. En el caso de la Lista Roja de
especies amenazadas de la UICN para Costa Rica se encuentran registrados 1 anfibio como extinto y
235 especies amenazadas. La lista de CITES (Convenio Internacional para el Tráfico de Especies
Silvestres) para Costa Rica tiene registradas en los diferentes apéndices un total de 1.768 especies.
Los ecosistemas como estuarios, manglares, playas, pastos marinos, arrecifes y comunidades
coralinas sufren cambios constantes producto de la acción humana mediante la contaminación de las
aguas y sobreexplotación de sus recursos. |
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