Abstract:
Este documento trata sobre los incentivos a la conservación de la biodiversidad aplicados
en Costa Rica desde 1969. Los mismos buscan minimizar el deterioro ocasionado a la
biodiversidad debido, fundamentalmente, a la deforestación y, revertir, en lo posible,
dicho proceso. Hasta la fecha, se han usado diferentes instrumentos que se han
modificado de acuerdo a su efectividad, costos y financiamiento.
Durante todo el período, 1969-2000, Costa Rica ha acumulado una amplia experiencia en
la aplicación de dichos incentivos. El conocimiento adquirido en este campo, permite que
el país avance hacia esquemas más efectivos y consolidados en términos legales,
institucionales, administrativos, técnicos y financieros. Estos avances son, en gran
medida, una manifestación de los logros que se han alcanzado con las políticas de
conservación que se han implementado en el país en las últimas tres décadas.
Los incentivos pueden clasificarse en tres grandes grupos. El primero de ellos se dirige a
incentivos fiscales que promueven, bajo diferentes instrumentos, el reconocimiento de
aquellas tierras sometidas a algunas actividades de conservación. El segundo corresponde
a los subsidios económicos que buscan facilitar la recuperación de las áreas deforestadas
y reconocer el manejo de la cobertura forestal disponible. Hasta aquí los instrumentos
utilizados todavía no reconocen la importancia social y económica del bosque; están
fundamentados en objetivos puros de reforestación ambiental conservación y
recuperación de ecosistemas.
El tercer grupo es el pago por servicios ambientales del bosque, como reconocimiento de
los beneficios sociales y económicos que de él se derivan. Este mecanismo se ha
popularizado nacional e internacionalmente, y hay mucho interés de implementarlo. Lo
anterior se manifiesta en las distintas leyes sobre ambiente que se han promulgado en los
últimos años, y en la discusión frecuente del tema en distintos congresos y seminarios en
el mundo. También se encuentra ese interés en los organismos multilaterales como el
Banco Mundial, Naciones Unidas, Fondo Mundial para el Medio Ambiente y otros, así
como en loss acuerdos internacionales tales como, la Cumbre de la Tierra en 1992,
Cambio Climático y Diversidad Biológica.
Precisamente, es el pago por servicios ambientales al que se le da una amplia discusión en
este documento, por lo novedoso del tema, el reconocimiento internacional del mismo y
la efectividad mostrada en la aplicación en Costa Rica. Este mecanismo puede
considerarse como un incentivo positivo dado que internaliza, dentro de los precios, el
costo de brindar un servicio ambiental, promoviendo así una distribución más equitativa
de costos y beneficios asociados a la conservación entre los diferentes actores sociales
involucrados.