Abstract:
Con el contexto actual de crisis de la biodiversidad y el cambio climático, es más que necesario proteger los ecosistemas naturales a través de Áreas Naturales Protegidas (ANP). Para maximizar su conservación, es esencial evaluar la eficacidad de manejo de las ANPs para adaptarlo a las especificidades de cada una. La metodología RAPPAM del WWF, inscrita en el marco de referencia de la CMAP-UICN permite evaluar y priorizar el manejo de las ANPs. Con alrededor de 5% de la biodiversidad mundial, Costa Rica tiene 26% de su territorio bajo protección. El país está divido en 11 áreas de conservación manejadas por el SINAC-MINAE. El Área de Conservación Guanacaste (ACG) es una de las áreas de conservación más conocidas, por sus éxitos en la restauración del bosque tropical seco, por toda la investigación a largo plazo y por sus políticas de biodesarollo y bioalphabetización. Además, es el único bloque protegido conectando 4 ecosistemas tropicales entre ellos. El sistema de gestión ambiental en el ACG es único y la metodología RAPPAM permitió analizar sus fortalezas y debilidades así como proponer ejes de mejoramiento. El ACG es un área de conservación que cumple la mayoría de sus objetivos de conservación pero sigue expuesta a varias actividades ilegales que tienen un impacto fuerte. El análisis también permitió poner en evidencia las contradicciones que existen entre las ANPs y el agropaisaje del ACG.