Abstract:
Los pepinos de mar (clase Holothuroidea) son invertebrados exclusivamente marinos pertenecientes al grupo de los equinodermos (Filo Echinodermata) (erizos de mar, estrellas de mar, lirios de mar entre otros). A nivel mundial existen aproximadamente 1400 especies de pepinos de mar (Pawson 2007), de los cuales en la actualidad 66 especies están siendo explotadas (Toral-Granda et al. 2008, Purcell et al. 2012, 2013). Costa Rica posee un total de 80 especies, lo que representa un 5.7% de la diversidad mundial del grupo. A nivel nacional, la costa Pacífica es la más diversa con 28 especies, seguida por la Isla del Coco (26 especies) y por último la costa Caribe con tan solo 4 especies (Alvarado et al. 2013).
Los pepinos de mar son organismos bentónicos, móviles, que consumen sedimentos y partículas en suspensión. A través de esta actividad alimenticia los pepinos de mar procesan el sedimento en el fondo marino, con una eficiencia muy alta, que produce que este al ser defecado sea rico en materia orgánica, la cual es utilizada por otros organismos para su alimentación (Birkeland 1989). En este sentido, se podría decir que los pepinos de mar son recicladores de sedimentos y nutrientes (Uthicke 2001), enriqueciéndolo con su actividad alimenticia y poniendo a la disposición de otros organismos. A su vez, a través de su actividad alimenticia, se ha determinado que los carbonatos que consumen del sedimento son disueltos favoreciendo un incremento de la alcalinidad del agua marina. Este efecto de aumentar la alcalinidad sirve como amortiguador de los impactos de la acidificación de los océanos como producto del cambio climático, manteniendo las aguas arrecifales menos acidas cuando las concentraciones de estos organismos son normales (Schneider et al. 2011).
Una de las mayores amenazas a estos organismos son la pesca ilegal y no controlada. La situación actual de los stocks de pepinos de mar es alarmante, un 20% de las pesquerías son consideradas en un estado de colapso, mientras que un 38% ya muestran indicios de sobre explotación. Solamente un 27 % de las poblaciones están subexplotadas o con una explotación moderada, pero suelen ser las poblaciones de ambientes profundos, zonas templadas o áreas donde existen prohibiciones de pesca o que la pesquería apenas está comenzando.