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La intensificación del uso de la tierra en los alrededores de las áreas protegidas a menudo amenaza la
integridad ecológica de espacios protegidos y hace que su administración sea más difícil y costosa. En el paisaje
densamente poblado de Mesoamérica, la expansión de la frontera agrícola, la minería y el aprovechamiento no
sustentable de los bosques, los proyectos de infraestructura, la especulación de la tierra, y el desarrollo urbano,
habitacional y turístico, amenazan muchas de las áreas protegidas. A la vez, las decisiones que toman las
organizaciones que manejan las áreas protegidas pueden tener impactos importantes sobre la planificación y uso de la
tierra por parte de propietarios, vecinos y usuarios de recursos naturales en áreas adyacentes a los espacios protegidos.
Por lo tanto, una mayor colaboración para la planificación y reglamentación del uso de la tierra es cada vez más
importante para diversos actores involucrados en el manejo de áreas protegidas, corredores conservacionistas y tierras
adyacentes. Además, el proceso de descentralización de la toma de decisiones referentes al ordenamiento territorial
que está desarrollándose, hace de éste un momento histórico oportuno para integrar los procesos de ordenamiento
territorial local con las necesidades de áreas protegidas y de proyectos conservacionistas regionales.
Para estudiar estos fenómenos apoyándonos en el uso de grupos focales nacionales y locales, actividades
participativas, entrevistas, visitas al campo, observación experta y la revisión de literatura, recogimos datos en seis
países mesoamericanos (México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá). Analizamos los marcos
legales nacionales, procesos y estructuras gubernamentales para la toma de decisiones sobre el uso de la tierra, así
como la situación actual en cuanto a planificación y ordenamiento territorial en 16 áreas protegidas pertenecientes a
los seis países mencionados. Este estudio describe y compara patrones y tendencias prometedoras y las mejores
prácticas encontradas a nivel nacional y local al interior y en los alrededores de las áreas protegidas por agencias
conservacionistas, organizaciones no gubernamentales y gobiernos locales y comunidades en el entorno de las áreas
protegidas. También identificamos limitaciones y obstáculos, además de necesidades de fortalecimiento de
capacidades locales. Igualmente, formulamos sugerencias para mejorar los procesos de planificación y control del
uso de la tierra. Hemos encontrado que los mecanismos más eficaces que se están utilizando para propiciar usos y
gestión compatible de la tierra en los alrededores de las áreas protegidas incluyen la creación de comités ambientales
y de planificación a nivel local (incorporando personal de las APs); preparación de planes municipales de
ordenamiento territorial, incluyendo propuestas de zonificación y límites a la subdivisión de predios; el uso de
procesos cada vez más descentralizados para revisar y estudiar el impacto de los proyectos de desarrollo (a veces
incorporando las opiniones de las administraciones de las APs locales); promulgación de legislación y criterios de
manejo para zonas de amortiguamiento; la obligatoriedad de estudios de impacto ambiental y el fomento del concepto
de medidas de mitigación para proyectos de desarrollo; pagos por servicios ambientales a propietarios privados;
cobros e impuestos que pueden ser usados para proyectos de conservación y acuerdos intergubernamentales para
aunar esfuerzos con vistas a planificar y reglamentar el uso del suelo. Las técnicas innovadoras que se están usando
para amortiguar presiones externas y mejorar el vínculo de las áreas protegidas incluyen servidumbres ecológicas, la
compra o transferencia de derechos de desarrollo; creación de áreas protegidas por propietarios privados y gobiernos
municipales; proyectos de apoyo a la diversificación económicas así como la clarificación y estabilización de la
tenencia al interior y en los alrededores de las áreas protegidas. Igualmente se aplican incentivos para la creación de
corredores de conservación que conecten parques y reservas.
Hubo bastante variación entre países y APs en cuanto al nivel de aprovechamiento por parte de las
autoridades locales y agencias de manejo de áreas protegidas con respecto al mayor poder de decisión que les han
otorgado las recientes leyes nacionales que descentralizan el poder sobre la planificación territorial. Algunos
directores de áreas protegidas han captado la importancia del momento histórico y están participando más
activamente con los gobiernos locales en los esfuerzos por planificar y controlar el uso del suelo en la periferia de sus
áreas protegidas. Hay mayor involucramiento de la ciudadanía en los procesos de ordenamiento territorial, pero
existe una falta de confianza de muchos de los participantes en el estudio en cuanto a la credibilidad del nivel de
respeto de los planes y procesos de decisión, particularmente por parte de intereses poderosos. Las fuentes de
financiamiento para elaborar y poner en marcha planes de ordenamiento territorial, así como para poner a funcionar
procesos participativos de planificación, son inadecuados e intereses especiales y a la vez poderosos pueden todavía
utilizar su influencia para proceder con actividades desfavorables para las áreas protegidas. Para asegurar la
integridad ecológica a largo plazo de las áreas protegidas, hay que ampliar los esfuerzos para mejorar los procesos de
toma de decisiones al interior y en los alrededores de las áreas protegidas en cuanto a planificación y control del uso
de la tierra (y de los recursos acuáticos y marinos). Si se quiere alcanzar la integridad ecológica permanente de las APs se debe fortalecer la capacidad del personal y de las agencias de manejo de las áreas protegidas, de los gobiernos
locales y de la sociedad civil en general, incluyendo el uso de nuevas estructuras de toma de decisiones, procesos
legales transparentes y con reglas claras, además de una mayor confianza en el cumplimiento de la ley, mejor
fiscalización, un mayor compromiso de los actores interesados y/o afectados e igualmente procedimientos bien
establecidos para la colaboración interinstitucional en materia de uso de la tierra, tanto al interior como más allá de
los límites de las áreas protegidas. |
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